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PUBLICACION REVISTA D

viernes, 22 de julio de 2011

LA CESTERÍA UN ARTE ANCESTRAL DEL PUEBLO XINKA




La Cestería y El Arte Con Palma 

Del Pueblo Xinka


Los Orígenes 

Los grandes inventos del hombre han obedecido siempre a necesidades tan reales que han significado la solución de problemas universales. Este fue el caso de la cestería, que se inicia en el momento en que los núcleos humanos tuvieron la necesidad de contener alimentos trasladarlos y almacenarlos como resultado de la acumulación de excedentes de sus actividades económicas. La cestería resolvió también las necesidades de empaque para la transportación de esos bienes y el almacenamiento. 

No existen fechas en la historia universal para determinar el inicio de la cestería, pero se debe de aceptar que su desarrollo se dio en momentos similares en cada sociedad. 

Desde entonces cada grupo humano ha practicado una variedad específica de cestería con las materias primas que le brinda su entorno ecológico, y el conocimiento de las propiedades de cada una de ellas. La cestería se continúa consumiendo en todas las sociedades del mundo. 

Las variadas técnicas de tejido de las fibras vegetales son una aportación al desarrollo de los textiles, especialmente por el concepto de entrecruzamiento de hilos que corresponden a la trama y la urdimbre, ahora hecho con fibras blandas. Fue un gran invento de la humanidad. 

La cestería es una de las actividades humanas más abundantes en el mundo. En contraste con otras actividades artesanales, el número de personas dedicadas a la cestería es muy superior a quienes trabajan los textiles y la alfarería que igualmente tienen amplia difusión en muchos países. 

LA CESTERÍA XINKA 

En el caso del pueblo xinka, debido a sus cambios y diversidad de climas, no se conservaron muchas muestras de la cestería prehispánica, pero existen testimonios de los antecedentes de esta actividad. Destaca por ejemplo en el norte de Jutiapa y Santa Rosa, la presencia de cestas prehispánicas que fueron tejidas con las mismas técnicas que las que actualmente se emplean en regiones contiguas. 

Una razón para explicar la presencia y abundancia de esta artesanía es que el proceso de trabajo de la cestería requiere de inversiones mínimas y en ocasiones de ninguna, ya que dependiendo de cada pueblo los instrumentos de trabajo son las uñas, los dientes y piedras, eventualmente con el auxilio de herramientas tan sencillas como navajas para seccionar las materias primas. 

Es importante mencionar -para entender la difusión de estos productos que se elaboran con raíces, tallos y hojas- que al paso del tiempo su manufactura se han hecho más complicada y sus formas se ha diversificado. En otro aspecto, la cestería es fundamentalmente un recurso de empaque, pero es también almacén, lugar de dormir, pared, baño, contenedor de líquidos, instrumento para cocinar algunos alimentos, objeto de decoración, juguete, etc. 

Los nombres de muchos objetos tejidos nos dan idea de su origen: Mecates, Petates, juncoles, petath, soyates, lazarios, chiquihuites, sabucanes etc., todos ellos de origen indígena, sin embargo, no son los únicos que se producen en la actualidad ya que la colonización española aportó sus propias formas y materiales, de tal manera que las canastas y una buena cantidad de cestas de fibras duras presentan influencia hispana. 

Las Materias Primas 

En Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa, region de diversidad ecológica, hablar de raíces, cortezas, tallos y hojas, resume una variedad muy amplia de materias primas con que se trabaja la cestería, pero es tan grande esta variedad que al mismo tiempo dice poco de los nichos ecológicos de donde provienen y del conocimiento que el artesano ha cultivado. 

Las materias primas para la cestería en el caso de Jutiapa reciben nombres tan diversos como la pluralidad cultural del país, es por eso que un buen número de productos como la palma, se les menciona de manera diferente de acuerdo a la región: Torota, guanil, palma, petolon, tul, palmito, bejuquillo entre otros. 

Para otras materias primas sucede una situación contraria, pues existen nombres con los que se conoce de manera genérica un producto pero que incluye una amplia variedad de ellos, ese es el caso del bejuco que se trabaja en diferentes estados del país con variantes en las especies de un lugar a otro. 

Las características y propiedades de cada materia prima determinan en buena medida la técnica que se emplee para ser tejida. En ocasiones como en el caso del carrizo y materiales similares, las mismas técnicas que se emplea en varias regiones americanas. Las diferencias en una canasta por ejemplo, aún cuando sean del mismo material, surge de la creatividad de cada pueblo para consolidar diferentes formas, decoraciones, acabados y las soluciones que en cada caso se de a los retos técnicos. 

El tratamiento de las materias primas antes de llegar a la fase del tejido es diverso, algunas se limpian y se trabajan verdes como ocurre con el sotolo y otras plantas similares, el pino y en algunos casos la palma las ramas y hojas del sauce. 

En otros casos, la materia prima debe de someterse a un proceso de limpia para eliminar la corteza, algunos se hierven como el bejuco y en otras se deja secar como en algunos lugares se hace con las distintas varas usadas para la cestería. 

El logro de distintas tonalidades en la materia prima también implica un trabajo previo: la coloración café del pino se logra secando la fibra y después rehidratándola para trabajar; el negro, hirviéndola, como lo acostumbran los papalhuapas y el blanco de la palma con baños de vapor de azufre usado en diversos lugares. 

Destaca entre la coloración que se da a las materias primas el uso de los tintes naturales, hechos a base de flores, cortezas, hojas y líquenes cuyos ejemplos más destacados son las cestas de carrizo rojo y negro que tejen los xinkas de la Yupiltepeque, comapa, los taxisqueños, que emplean el negro, amarillo, rojo y café predominantemente, los petates que hacen las mujeres xinkas de jalapa y santa rosa de lima, y en los últimos tiempos el teñido de la fibra del henequén con este tipo de materiales que hacen las mujeres xinkas en estos tiempos. 

Complementa la coloración de la cestería un uso muy difundido de las anilinas, de fácil obtención en cualquier lugar aunque no es sencilla su aplicación en algunas fibras que no asimilan fácilmente estos colorantes. 

A pesar de este diversidad en los materiales, la cestería tiene similitudes por la técnica que se emplea para su manufactura que consiste en cualquiera de las siguientes alternativas: El entrecruzamiento de trama y urdimbre para hacer un tejido como los petates, con una considerable variedad de modalidades; el tejido en espiral, es decir el amarrado de mazos de fibras que se inician espiralmente en el centro de la base de cualquier cesta y el amarrado que se basa en atar la fibra, generalmente palma, a la parte ya construida. 

Las fronteras entre las técnicas de construcción son endebles por la diversidad y combinación de recursos, sin embargo podemos distinguir las que a continuación se describen: 


Materiales Rígidos: Carrizos, bejucos, varas y mimbre 

La dureza de estos materiales no permiten el derroche de alardes técnicos, sin embargo los artesanos se las ingenian para utilizar estas fibras como trama o urdimbre, y para que de acuerdo a sus cualidades físicas se empleen para iniciar el tejido de diferentes maneras, dependiendo siempre de las características que se les quiera dar. 

Con estos materiales, generalmente se inicia la urdimbre de una cesta con un cruce inicial de fibras. De acuerdo al objeto que se construya, el material de la urdimbre puede ser sustituida por otro especialmente cuando se trata de objetos de trabajo como canastos y cestos, por delgadas tiras de madera o raíces de gran resistencia. 

La base del tejido, cuando se trata de materiales duros, puede ser sustituida por una madera plana con perforaciones laterales para incrustar las fibras con las que se continuaré el tejido. Este recurso se emplea para objetos decorativos ya que no ofrece objetos resistentes 

En principio el trabajo de tejido es similar en las materias primas mencionadas, sin embargo, el tratamiento previo de los materiales y los acabados definirán las características de cada obra. 

En el caso del carrizo se logran piezas de extraordinaria belleza cuando se secciona este material en tiras muy delgadas y uniformes con remates de carrizo aplanado en los bordes, este trabajo se enriqueció recientemente, combinando los colores del carrizo seco, verde y flameado como lo hacen artesanos xinkas. 

Las distintas clases de bejuco y de vara que manejan los artesanos ofrecen otras alternativas de trabajo y de embellecimiento. Una cesta puede concluir en un trenzado apenas perceptible en el borde o convertirse en un segundo tejido exterior como ocurre en las elegantes canastas mandaderas. Una urdimbre doblada para concluir el tejido puede formar bellos arcos en el borde de una canasta. 

Materiales Semiblandos: Palma, Tule, Paja de Trigo y Sotol.  

Estos materiales al igual que los rígidos, se tejen en su mayoría mediante el cruce sencillo de trama y urdimbre, con resultados diferentes, dependiendo del tipo de materia prima, ya que el sotolo da lugar a un tejido rígido, comparado con la maleabilidad del tul o de la palma.  El tejido de sarga, es muy empleado en los petates de distintos lugares, como los que elaboran con palma los xinkas de Yupiltepeque y del Comapa.